Sitges 05: Crónicas (IV)

Al final yo daré el punto y final (o no!!!) a lo visto en Sitges 2005.

Está claro que ir a ver dos películas con unos monstruos como compañeros no está mal, ya que momentos después de ver la película puedes recuperar ciertos detalles gracias a su ayuda. Así que me extraña esa fama que dice que tiene el señor Jardí, que no nos deleitará con sus argumentos y visión objetiva (y profesional) de estas películas, ya que varias apreciaciones suyas después de haber vistos ambas películas fueron de lo más “enriquecedoras” (de Yume no hablo porque se lo creería mucho y, porque él lo vale…).

Empezaremos con Final Fantasy VII. Una imagen increíble creada por ordenadores y software de última generación que la hace muy “bella” visualmente. La música me pareció de lo más acertada, y en la sesión que yo estuve no noté nada de ese elevado volumen. Una película con un 90% de acción durante todo su metraje y una música que encaja a la perfección con ésta.

Una película que encantará a los fans de la saga de videojuegos, que ilusionará al espectador “ajeno” al mundillo, ya que es una preciosidad de película (aunque no capte todos los mensajes que tiene esta película), que agradará al espectador más gustoso de escenas de acción y que dejará indiferentes aquellos que no sepan ver la “majestuosidad” visual que nos han regalado con esta entrega (digo entrega porque supongo que irán deleitando en un futuro con nuevas películas de la saga FF).


Y finalizaremos con Paradise Girls. Una película “costumbrista” (me gusta llamarlas así), que nos explica en tres episodios o relatos un momento puntual de la vida de las protagonistas. En esta película las “reinas” son las mujeres de las que observaremos como afrontan unos cambios en su vida, que aparentemente, les pueden trastocar todo su universo. Le llamo costumbrista porque son películas reales, como la vida misma, y que tratan temas “universales”. Da igual si lo que ocurre pasa en Tokio, Hong Kong, China, Ámsterdam o Bali, etc,.. lo que acontece en sus vidas podría pasar en cualquier parte del mundo y a cualquier persona. Veréis una película correcta, en algunos momentos un poco lenta. Pero acabaréis como si os lleváseis un pedacito de las vidas de estas tres mujeres que afrontan solas sus problemas (creo yo con la complicidad del espectador que participa de su sufrimiento). Y que acaban en un paraíso en el que olvidar y recuperarse de todos sus males.



MADMAX