flickr_2 sorting_options_flled-512

miércoles

Steamboy

portada

La nueva película de Otomo parece que se plantea como un retrofuturo de esos a los que nos tienen acostumbrados los orientales, pero no. En realidad es totalmente histórica, salvo que una familia, los Steam, son capaces de revolucionar la Revolución Industrial inglesa del siglo XIX dando un nuevo paso en el uso del vapor.

Steam


Londres, 1866. La Exposición Universal nos muestra las maravillas del nuevo mundo industrializado. Aunque tres generaciones de la familia Steam están mucho más avanzados. Acaban de crear una nueva forma de propulsión que evitará que continúe el aumento del tamaño de la maquinaria que se esta desarrollando en esos momentos.

londres


Bajo ese prisma, Otomo nos enseña la dureza del trabajo industrializado, la incipiencia del corporativismo cruel y la ya tópica escalada armamentística gracias a los avances científicos. También la utopía de unos y la codicia de otros, pero ambas teñidas por una inocencia apabullante: inventamos para avanzar como sociedad o para jugar, el armamento es para el bien o para el mal.

soldados


Esa falta de maldad que podría hacer interesante la acción y los personajes al alejarlos de un innecesario maniqueísmo, sólo crea un toque naïf demasiado poco adulto para mi gusto. Eso, junto con una coherencia “extraña” en el comportamiento de los personajes hace que no acabes de acercarte de forma emotiva a ninguno.

Pero eso sí, “Steamboy” no defrauda en el apartado visual. Una iconografía industrial retro detallada al milímetro. Unos personajes más que bien definidos, sin apartarse del toque Otomo (de vez en cuando el pequeño protagonista parece realmente el Tetsuo de “Akira”), y unos movimientos de cámara clásicos (trávelings de aquellos que cruzan ventanas y pasan entre personas) pero totalmente actualizados en entornos 3D que no desentonan entre el resto de dibujo plano.

En definitiva, estamos ante un nuevo clásico del cine de animación; que aunque es muy poco confuso para los estándares nipones, peca en cuanto a desarrollo de personajes, ya que no alcanza, ni se aproxima, al increíble nivel de los otros clásicos (incluido “Akira" del mismo Otomo).

Saludos,
Yume

2 comentarios :

kuroi yume dijo...

Sí, hay que reconocer que hay tres o cuatro autores que hacen avanzar el anime: Oshii (ayer estuve a punto de ver Ghost in the Shell Innocence pero tuve un problema logístico), Miyazaki, y por supuesto Otomo (aunque Adolf es de Tezuka).

De todas formas Steamboy es espectacular y mejor que las miles de películas con las que nos inundan los japos, pero creo que aún le falta algo...

Supongo que deberé verla otra vez.

kuroi yume dijo...

Bueno, es que estás hablando de cosas serias. Cualquier cosa que haya tocado Tezuka (¿has visto "Metropolis"?) es de lo mejorcito que encontrarás en Manga (y que los expertos me perdonen si hiero alguna susceptibilidad)