breve historia de un calco: REC vs. Quarantine

El recientemente liberado trailer de Quarantine (2008) no hace sino confirmar desde ya nuestros peores temores: el innecesario remake americano de REC (2007) será una fotocopia calcada del original con una precisión milimétrica casi militar. Por desgracia no dispongo del tiempo ni la paciencia para un trabajo exhaustivo, pero es evidente que en este avance he visto a Jennifer Carpenter hacer determinados movimientos perfectamente sincronizados con los que el año anterior hiciera Manuela Velasco.

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Mención aparte merece, claro está, el maravilloso detalle de que el dichoso avance es un inmisericorde spoiler de principio a fin, por lo que cualquier persona que no haya visto todavía el original debe abstenerse por completo de ver el trailer que presentamos a continuación.

Pero este texto, para variar, no trata de despotricar la reciente moda de re–visionar películas simplemente porque se puede. La práctica del remake hoy en día no es algo tan descabellado si se mira desde un punto de vista objetivo. Al igual que pasa en España y en cualquier otro país, tanto las distribuidoras como el público de masas americano están en gran medida alienados (a su modo), y no hay que ser un gran conocedor de los vericuetos taquilleros para saber que las posibilidades de que una película hecha fuera de Estados Unidos sea un contundente éxito taquillero son escasas, independientemente de la calidad de dicha cinta. Cualquier productor con dos dedos de frente puede reconocer una buena película cuando la ve (que sí, que sí) y no puede evitar que pase por su mente esta pregunta: "esta película es muy buena, y seguramente me garantizará una cantidad X de la tarta de la taquilla. Es una lástima, porque si se hubiese rodado en América, con actores americanos, dicha cantidad se multiplicaría por diez". El siguiente paso en esta línea particular de lógica, en una indústria con tantos recursos, es evidente.

Y en todo caso, Quarantine es una película que no me afectará para nada porque de todas formas no pensaba verla (de la misma manera que no he visto los refritos correspondientes de The Eye, Llamada perdida o Shutter). Lo único que sí lamento es que, sabiendo desde ya cómo es el juego al que las distribuidoras nos tienen acostumbrados cada año, lo más probable es que tengamos esta película en todas las carteleras y nunca lleguemos a ver, en cambio, la cinta anterior de su director, John Dowdle, llamada The Poughkeepsie Tapes (2007), obra de similar formato docu–terrorífico y que fue la principal responsable de que sobre sus espaldas cayera tan controvertida labor.

No quisiera acabar este texto sin recordar el trailer de la película original. Aquel que no haya visto REC, podrá confirmar en este breve video "algunas" similitudes entre ambas propuestas.

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