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lunes

En cualquier película: “Los títulos de crédito”

Esta crítica está inspirada en una pregunta de Kuroi yume sobre la crítica de “Ordet”

En las primeras películas de Dreyer solo aparece el título de la misma. En “Dies irae” ni eso. No es importante quién hace las cosas, sino cómo y por qué.
Este es un ejercicio de humildad muy complicado de aplicar, y sobre esto quería escribir.
Los directores de cine tienen un ego enorme. Los estudiantes de cine, que como yo, creen ser directores, lo tenemos el doble.
Hay mucha gente que me ha dicho “Tío vi Se7en y no me gustó nada... bueno, los títulos de crédito son brutales” Este escrito no es para hablar de Se7en, no quiero entrar en juicios de valor, ni siquiera en si me gusta o no. Pero la reflexión es muy interesante, al menos para mí.
A menudo vemos cortos o largometrajes donde los títulos de crédito son increíbles, muy trabajados, inolvidables... y eran de esa manera porque los títulos no intentaban tapar las miserias del resto del metraje, sino que estaban al servicio del mismo. Eran títulos de crédito muchísimo más humildes que los de ahora, se partían la cabeza pensando cómo integrarlos en la película de una manera creativa, de introducir inconscientemente al espectador en una trama o en un discurso. Como olvidar los títulos crédito del maestro Hitchcock, toda una clase sobre cómo hacerlos, o del grandísimo Godard, donde el único calificativo posible sería el de sublime (véase “Le mèpris” y el porqué de ello).
Si eres un Almodóvar o un Spielberg no debes olvidar que tu nombre debe salir en primer y último lugar de los títulos al inicio de la película. Es decir “Una película de...” y “Escrito y dirigido por...”. Si nuestro presupuesto permite que dicho nombre salga a gran velocidad desde el fondo de la pantalla hasta primer término, mucho mejor. Y si el nombre es con letras de acero y fuego alrededor ya sería el no da más. Eso vende y hay que asumirlo. Da igual si la película es buena o mala, la gente ha pagado por ver el susodicho nombre.
No sé hasta que punto tienen culpa de los títulos los directores. Para mí tienen absolutamente toda la culpa del resultado de los créditos. Son, o deberían ser, responsables de todo el metraje. Todos sabemos que hoy en día las productoras y distribuidoras tienen la última palabra, y eso es porque hoy en día no hay autores, solo mercenarios. Yo no sé vosotros, pero yo ya estoy harto de que semejantes personajes intenten venderme una bazofia de película con el pretexto de que es “...del hijo del sobrino del creador de los efectos especiales en post-producción de Alien 3”.
Gracias Dreyer, culpables aquellos que no difunden tu obra, e imbéciles aquellos que no toleran tu proceder. Viva Dinamarca por haberte parido.

Marc Jardí.

2 comentarios :

kuroi yume dijo...

Marc, me he tomado la libertad de incluír algo de Saul Bass (los créditos de "Vertigo"), si crees que sobran me lo comentas y será un momento.

Nota: lo de Dreyer te lo comenté porque las paso putas para poner los vínculos a sus películas en IMDB (y me ha vuelto a pasar con "Dies Irae"...uff!)

Anónimo dijo...

Lo de Vertigo me ha parecido un acierto inmejorable. Muchas gracias ¡oh, capitán mi capitán!