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domingo

La Residencia (1969)

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Narciso “Chicho” Ibáñez Serrador es un creador respetado con tan sólo dos largos, y pocos como él pueden presumir de ser las bases del Horror hispánico. En duras épocas de censura y con una industria cinematográfica empobrecida y decrépita, fueron las cintas de serie B (a veces Z, que a las productoras no les interesan intelectualmente, pero para sacar dinero van bastante bien) y las coproducciones (a veces sólo en apariencia) de Jess Franco o Amando de Ossorio (y siempre con el poco agradecido esfuerzo de Jacinto “Naschy” Molina) las que sacaban adelante el mundillo y enseñaron al mundo que no sólo de Gótico británico y Giallo italiano vivía el Horror Europeo.

En aquellos momentos, ser el rey del terror televisivo, un mito viviente sin un solo largo a sus espaldas, era un mérito que por fortuna siempre se le había reconocido a Chicho. Pero además, su primer largometraje fue una bofetada directa a la censura: todo un triunfo sensual, perverso, frustrante y lleno de interés: “La Residencia” (1969) consiguió que sus hordas de admiradores se dispararan hasta altísimas cotas a través de un enorme éxito en taquilla.

Y todo ello con una idea simple y epatante, digna de cualquiera de sus “Historias para no Dormir” (1964): algo así como un “Twilight Zone” del terror para la televisión pública española. Un guión simple que se va cargando de tensión sexual, terror y misterio, y con un sorprendente giro final. Un impactante guiño al horror de la Hammer, tamizado por las más enfermizas y pesadillescas perversiones sexuales.

La trama se va desarrollando despacio, en silencio, como las señoritas que se ven encerradas en esa residencia estudiantil francesa que da nombre a la película. Un colegio para inadaptadas que ya desde el primer plano de la cinta (ese largo trayecto a través de infinidad de cancelas cerradas) vemos que es algo más parecido a una prisión para mujeres que a un sencillo colegio. Y ese es uno de los logros de Chicho, colar en el año 69 una cinta de explotación carcelaria femenina, con sus castigos, duchas, insinuaciones lésbicas, y relaciones sentimentales ocultas. Parece ser que sólo tuvo que eliminar/retocar tres escenas, todas por un ligero contenido sexual o lésbico que, de todas formas, ha quedado igual de representado en la versión que se editó finalmente. Localizando la película en el extranjero y con una simple frase (“en esta residencia no pasa nada que no suceda en otros colegios similares”), de un plumazo se quitaba la perversión de encima y de paso arremetía veladamente contra el sistema escolar… Y mientras tanto seguía siendo el niño mimado de la TV.

Y de repente ocurre un brutal asesinato.

Pocos son los personajes que puedan encajar en el papel del asesino. Así que es fácil imaginar (y acertar) cómo se desarrollará la trama. Pero en ese punto, Chicho, vuelve a salir triunfante, ya que aún así, el final es sorprendente de todas formas.

La película se convierte de esta forma en un emocionante viaje al horror. A través de una opresiva tensa atmósfera de barrocos pasillos en la más pura tradición de las novelas de Poe, un horror gótico mezclado con lo que será el mejor giallo, Chicho nos pasea sutilmente por nada sutiles crímenes rodados de forma hiriente, con recursos de cámara extraños (como ese plano pausado en plena decapitación) pero que crean un impacto tan excepcional, con un cambio de ritmo tan brusco y antinatural, que sin quererlo, y quizá de forma torpe, consiguió algunas de las escenas más memorables del cine español.

Quizá intimidado por el éxito, quizá acomodado en la TV, Chicho Ibañez Serrador tardó años en rodar una segunda película. Su segundo y último largometraje. “¿Quién puede matar a un niño?” (1976) le convirtió ya en una leyenda.


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13 comentarios :

Bizita Q dijo...

A mi es que el ínfulas del Chicho me cae muy mal, y a pesar de que me gusta La Residencia, creo que es un película sobrevalorada. Yo opino que su verdadero acierto es ¿Quién puede matar a un niño?, la que si considero magistral de todas, por mucho que me pese el elemento.

Anónimo dijo...

Magnífica crítica; Chicho I. Serrador es sinónimo de buen cine de terror, todo un seguro a la hora de pasar un "buen-mal" rato viendo buen cine. Más quisieran muchos directores de este país parecerse aunque fuera un poco a Chicho.

Liliana dijo...

¡Cuánto hacía que no oía hablar de Chicho Serrador! Excelente homenaje a un hombre que manejó el terror con talento. No puedo olvidar los programas de TV, interpretados por su padre, Narciso Ibáñez Menta, que me aterrorizaban en la única época en que estuve a punto de volverme adicta a la tele.

The DangerminD dijo...

Hay que reconocer que Chicho ha sido y sera un gran director de cine de terror español, no solo por historias para no dormir, si no por su terrorifico programa 1,2,3.

Anónimo dijo...

Uno de los pocos "picos" altros dentro de los "bajos macizos" por los que siempre se ha caracterizado nuestro fantástico.

Saludos VideoArenileS.

Higronauta dijo...

Demasiado tiempo con las dos cintas de maese Chicho en la libreta de pendientes (y encima ahora su nueva entrega para películas para no dormir)... Si sirve de descargo, he visionado casi toda esa joya catódica de Historias para no dormir...

No, a qué negarlo, no sirve de descargo. Tengo que solucionar eso a la de ya.

kuroi yume dijo...

En mi casa siempre se ha idolatrado a Chicho.

Periódicamente se hacía una sesión de ¿Quién puede matar a un niño?, y veíamos con expectación cada cosa que hacía el buen hombre en la TV (a pesar de sus ínfulas, cierto). Mis padres, más que yo, vivieron ese boom, y por eso desde niño he mamado admiración hacia él.

Por eso debo reconocer que parte de mi amor al cine de terror viene de aquí (de echo, mis primeras relaciones con Poe fueron por culpa de su "1,2,3")

Así que no soy un analista imparcial: adoro sus dos películas y muchas de las cosas que hizo para la tele.

Anónimo dijo...

Buenísima: forma una trilogía de oro con "Suspiria" (de Argento) y "Sei donne per l'assassino" (de Bava).

kuroi yume dijo...

Sr. Noel!
caballero, un honor tenerle entre nuestros invitados.

Dicen incluso que hubo algo más que simple admiración por "La Residencia" en la creación de la obra maestra de Argento ...

Esperamos verle por aquí de nuevo...

Hombre Lobo dijo...

Antes que nada, gracias por pasarme esta película. Será vista (y comentada) a la brevedad posible.

Anónimo dijo...

Masterpiece

Fernando Siles dijo...

Chicho es un crack, que lastima que solo hiciera dos pelis.

¿Quién puede matar a un niño? si que la he visto y me gustó un montón. La Residencia esta entre mis asignaturas pendientes.

Anónimo dijo...

Como la mayoría de los que han comentado antes que yo, prefiero su segunda película.

De todos modos, su carrera televisiva fue tan exitosa que terminó por devorar sus pretensiones cinéfilas. El mismo medio que terminó por darle la espalda ante su incapacidad para adaptarse a los nuevos tiempos.

Algunos de sus programas televisivos de terror, forman parte de mis pesadillas recurrentes.