Publicado originalmente en lobohombre riera el 28-03-07
Definitivamente, hay gente que ve subtextos ofensivos en cualquier lugar.
Hablar de 300 (2007) como un mero artificio propagandístico es de psicópatas. He visto tantas opiniones desplegadas por ahí hablando de la película como una muestra de exaltación del poderío militar estadounidense que he estado a punto de creer que me había vuelto loco. Eso cuando no encontraba quejas por su escasa "fidelidad histórica" a la hora de retratar lo acontecido realmente en la famosa batalla de las Termópilas. Le gente tiene demasiado tiempo libre en las manos.
Hablar de 300 (2007) como un mero artificio propagandístico es de psicópatas. He visto tantas opiniones desplegadas por ahí hablando de la película como una muestra de exaltación del poderío militar estadounidense que he estado a punto de creer que me había vuelto loco. Eso cuando no encontraba quejas por su escasa "fidelidad histórica" a la hora de retratar lo acontecido realmente en la famosa batalla de las Termópilas. Le gente tiene demasiado tiempo libre en las manos.
Aquel que quiera ver un documental sobre los espartanos y los persas, mejor es que lo busque en los archivos de la BBC, porque 300 no es más que la adaptación de un cómic de Frank Miller, en el que se usa la batalla como una excusa para recrear una historia arquetípica de buenos y malos: un gigantesco y malvado imperio invade una pequeña pero orgullosa nación, que resiste valientemente hasta el glorioso y apoteósico final. Y ya está.
Entiendo que palabras como "imperio", "nación", "inavsión" y "resistencia" hagan saltar alarmas en un mundo tan sobredimensionado en la política como el nuestro, pero de ahi a decir (como han dicho muchos) que 300 es una obra de la maquinaria propagandística hollywoodense para alabar una futura invasión a Irán (!) hay un trecho enorme, y por varias razones. La primera de ellas es que dudo mucho que el público promedio tenga la cultura suficiente como para asociar a los iraníes con los persas, y en segundo lugar porque es una estupidez. Quizás nadie hubiera dicho nada si no fuera porque el gobierno iraní se ha quejado públicamente de que los persas son retratados en la película (o mejor dicho, en el cómic) como monstruos sedientos de sangre. Y yo pregunto: ¿importa eso algo? Aquel que haya visto 300 pensando que con ella se hacía un desprecio abierto de Oriente Medio es porque, sinceramente, no ha entendido nada (¿recuerdan cuando la crítica más histérica atacaba Starship Troopers (1997) con el estúpido argumento de que era una apología del fascismo?).
El origen de la hiper-violencia y el pro-belicismo de 300 hay que buscarlo, en todo caso, no en la "perversa agenda ideológica de Estados Unidos", sino en el cerebro de Frank Miller, y cualquiera que haya visto Sin City (2005) sabe muy bien que estamos hablando de un hombre que glorifica la violencia como forma de vida. Y eso funciona aquí, porque la violencia en el cine, cuando se hace bien, es hermosa, le pese a quien le pese. En 300, la brutalidad, el machismo y la exuberancia de los espartanos es llevada a niveles casi mitológicos, y si existe una analogía no es con alguna cultura actual o histórica, sino con los anhelos heróicos, básicos y épicos de nuestro subconciente, que incluso en el cómic original son mostrados de forma maestra. Sabiendo esto, ¿a quién le importa la batalla de las Termópilas o lo caricaturesco del emperador Jerjes? No es eso de lo que va todo esto. Estamos hablando de una epopeya fantástica, no de una clase de historia, y mucho menos de un manual de corrección política y falso multiculturalismo.
El cómic, por cierto, es de 1998, o sea, mucho antes de la "Guerra contra el Terrorismo"tm, asi que hay que dejarle de buscar cinco patas al gato, por mucho que la película tenga una frase como "freedom isn't free at all", que ya muchos han denunciado como supuestamente "inspirada" en una frase similar de Bush.
Una historia como la de 300 da para un millón de analogías diferentes, desde muchos puntos de vista, pero sinceramente digo a todos los paranoicos de la propaganda militar yanqui que no deberíamos insistir mucho por ese camino. No deberíamos hacerlo porque, si nos ponemos quisquillosos y nos remitimos a los hechos reales que rodean nuestro panorama actual, Estados Unidos terminaría pareciéndose más a los persas que a los espartanos, y podría voltearles su teoría de la conspiración como si fuera una tortilla, justo en su cara.
Y por si no lo he dicho antes, vean 300, que es desde ya uno de los estrenos del año.
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