-You know that I saw her the night I arrived here.
-Yes, you told me that.
-And that she was mumbling some strange, unrelated words.
-No, you didn't tell me that.
-Because it was something that didn't make any sense. It was in a thunderstorm. I just didn't pay much attention to it. I only caught two words distinctly: "Secret" and "Irises."
RELATO CINECARTOGRÁFICO
Con la explosión de los video ensayos de crítica cinematográfica, estamos en una de las mejores épocas para los amantes del Séptimo Arte. Ahora es muy sencillo encontrar cosas interesantes, pero pocas veces se pueden descubrir formas de analizar las películas tan creativas y originales como las que plantea Kevin L. Ferguson en su página Film Visualization. Un verdadero viaje de psicoldelia y redescubrimiento.
Las tres primeras imágenes que coronan este texto son, respectivamente Cube, Cube 2: Hypercube, y Cube Zero. Cada una de ellas es un montaje de la imagen resultante de un fotograma de cada 10 segundos de la película. Esto es, un fotograma de cada película es extraído y sumado con los otros para crear una imagen real.
Según las propias palabras del autor, “sólo ocasionalmente se pueden descubrir características del film cuando se miran de esta manera, quizás los títulos de crédito, o los cambios de relación de aspecto, pero desde luego no a los personajes, los objetos, o los decorados. Más bien nos enseñan patrones de color: formas borrosas ocupando el centro del plano, un viñeteado en las esquinas, y concentraciones moteadas de saturación derramándose una sobre otra. Estas formas y colores son evocativos en la misma manera que las hojas del té y el tarot: no dicen mucho sobre lo que estás mirando, pero provocan una respuesta emocional confirmada o no una vez se llega a descubrir lo que la imagen es en realidad."
No se me ocurren formas más preciosas de analizar (matemáticamente) una película y con unos resultados tan evocadores.
Pero el cine es movimiento, y entonces Kevin L. Ferguson se plantea cómo añadir el tiempo a sus estudios cromáticos, y se adentra en los movie barcodes (códigos de barras de películas), un sistema que considera lo más cercano a representar la película como un volumen. ¿Cómo? Visualizando la dimensión del tiempo en la totalidad de la película. En el caso de la siguiente imagen, Suspiria queda mostrada como un listado en el que cada barra vertical corresponde a un fotograma, calculado como una media de la paleta de color y los valores tonales de cada imagen. De esta manera, deja entrever, por defecto, las escenas y secuencias del film. Queda claro, además, que la izquierda de la imagen es el principio de la película, y la derecha los títulos de crédito.
Pero por si eso parece poco complejo, ahora se ha lanzado al doble mortal de imaginarse una película no como una sucesión de imágenes en una cinta, sino apilados en un cubo. Usando el software médico de código abierto ImageJ, para así mirar la película desde los laterales. Es demasiado alucinante y complejo para que yo pueda explicarlo de forma sencilla, así que, de nuevo, se lo dejo al propio autor. Son 20 minutos, pero merecen la pena.
FICHA TÉCNICA
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