¿Qué he hecho yo para merecer Silent Hill?

Ir al cine es un pesar

Al salir de la sala sentí que necesitaba atar cabos sueltos. Deseaba escribir la reseña con algo de fundamento, por eso he pasado varias horas buscando y leyendo cosas acerca de “Silent Hill”. He encontrado cosas interesantes, puedo decir que ya sé algo sobre el film y el juego. Me ha servido para acostarme sabiendo algo más.

Hace pocos minutos me he dado cuenta que estaba cometiendo un error. Me di cuenta que no tengo porqué buscar información o jugar un juego para entender una película. Porque en “Silent Hill” no hay nada que entender. Para mí estos huecos dejados en la película no han sido más que la firma de un guionista torpe y un director sin ningún tipo de creatividad. Esto último salta a la vista, puesto que la película es un calco de los videojuegos.

El terror y el suspense puede conseguirse con un guión caótico, pero no con un caos de guión.

También sentí que estaba cometiendo un error puesto que no termino de comprender y compartir todo esto que versa algo así como... si conoces los juegos, disfrutarás la película en otro nivel, verás cosas que los demás no pueden. Esto es marketing subliminal y propaganda barata.

Hay una secuencia en el film que particularmente me molestó mucho: la de las enfermeras. Y no, no soy feminista, que es igual de deplorable que ser machista.

Sería tonto negar que los mayores consumidores de videojuegos son hombres, supongo que esa es la razón por la cual las enfermeras son increíblemente voluptuosas y su canalillo está muy marcado con maquillaje y photoshop. Supongo que esa es la razón por la cual hacen un baile ridículo y se matan entre ellas al ver un rayito de luz como seres sin dos dedos de frente.

Repito algo que dije en mi reseña sobre “Sin city”, solo que esta vez, y únicamente esta vez, lo digo con toda la intención del mundo: esta secuencia es para el deleite de descerebrados. Además incluyo, para el deleite de descerebrados, machistas y tarados.

Pero sin dejar esta secuencia, voy un poco atrás. Es una lástima (para los fans del juego, puesto que para mí ha sido una bendición), que el desenlace del film tenga esta velocidad vertiginosa. Como en el juego, la protagonista debe memorizar un mapa enorme, pero lo que pude ver en la película, aparte de un personaje con una capacidad de retentiva abrumadora, fue un chiste, ya que el espacio no es ni tan grande ni tan peligroso como me lo han descrito a lo largo del film a juzgar por la rapidez con que la chica llega a su destino: en menos de cinco minutos ha llegado a la puerta súper secreta y súper peligrosa y de paso ha superado al enemigo final de la fase: las enfermeras asesinas sin dos dedos de frente.

Sin dejar esta secuencia voy un poco adelante. Me ha parecido, a parte de una falta de respeto hacia el espectador, una torpeza enorme por parte de todo el equipo de la película, toda esta tontería de la voz en off. Qué manera tan poco creativa de acabar una película, que falto de ideas que están en Hollywood, que poca capacidad de sacrificio y que pocas ganas de trabajar tienen allí en las colinitas. ¿Cómo es posible que toleremos que nos expliquen la película con esa voz en off.?

Mientras escribo esta pregunta he encontrado su respuesta: si ya era descerebrado, machista y tarado, ahora añado la de tonto del culo, porque como ese guión no se sostiene por ninguna parte, es necesaria esa voz en off para que entienda la complejísima obra del señor Gans, puesto que mi simiesco cerebro necesita que le expliquen las cosas dos veces, o en su defecto, una sola vez, pero con una pantallita en blanco, para que no pueda distraerme con nada más. Lo que pasa es que en la sala había mucha gente comiendo palomitas y no me enteré de nada, así que tuve que leer sobre el tema para enterarme bien de las cosas. Soy cuatro veces lerdo, gracias por aclararme las cosas señor Gans.

Más adelante diré algo positivo de la película, no saquéis los cuchillos.

Sigo con la secuencia, pero ahora de manera global, ya que dicha secuencia me sirve como resumen de película: un montón de ángulos sin criterio, buenos para un videojuego, no tanto para un film; un montón de intentos de crear terror cuando lo que se consigue es un falso suspense creado por sonidos y banda sonora; un montón de personajes de relleno carentes de dimensión y entendimiento, (exceptuando el buen trabajo de la niña Jodelle Ferland); un montón de monstruos sin el protagonismo que se merecen, solo aparecen porque existen en el videojuego y porque Konami les habrá obligado; un montón de movimientos de grúa y cabeza caliente muy necesarios en el juego para crear un atmósfera tensa, pero estúpidos y muy caros en una película por quedarse a unos metros del cogote de la protagonista, desperdiciando el enorme decorado del film; un montón de secuencias sin el más mínimo suspense, por creer que el suspense se crea con la oscuridad y el terror con las tripas.

Lo positivo del film... sí, me reafirma una vez más en mi opinión de que el cine debe morir para así volver a nacer. Me reafirma en mi opinión que esa muerte está, gracias a Hollywood, cada vez más cerca. Me reafirma en mi opinión de que el cine ya no es el lugar donde encontrar la ficción o el mundo original y mágico donde refugiarse para olvidar pesares y volar un rato. Ir al cine es un pesar y “Silent Hill” es prueba de ello.

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