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lunes

Sitges 2006: The Host (Gwoemul)

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De forma habitual, los géneros cinematográficos evolucionan paralelamente a los tiempos en los que les toca vivir. Con mayor o menor fortuna, la sociedad, la publicidad, la televisión y las artes interactúan con el cine llegando a modificar momentáneamente el género (esas recurrentes explotaciones de los grandes éxitos en taquilla, que arrastran decenas de copias y/o homenajes son un claro ejemplo). Y a veces, sólo a veces, esos cambios son perennes y pasan a formar parte de las definiciones serias de dichas etiquetas. Un claro ejemplo es la orientalización del futuro. Desde que en 1982, Scott nos entregara un mañana alejado del retro-futuro pop americano, es impensable encontrarnos una cinta de anticipación en la que no haya carteles luminosos en kanji, puestos de teriyaki callejeros o orientales ciberpunk por todas partes (dejaremos de lado lo de la “lluvia ácida”, porque está demodé). La explicación de este fenómeno es tan sencilla como simple: porque el futuro (o mejor, los que diseñan nuestra cotidianidad) se está basando en ese cine. No hay una fagocitación real del mundo occidental por parte del oriental, ni somos una macro-empresa con multitud de filiales desalmadas. Pero el futuro está aquí, y sin coches voladores.

Y occidente sigue asimilando las tendencias orientales. Ahora (cada vez más) el flujo de influencias (por novedoso, sencillo, y efectivo) llega no sólo desde su exótica cultura sino desde su cine de género. Y es allí, indiscutiblemente, donde han surgido ideas y frescura, aunque hay que reconocer que empiezan a ennegrecerse las aguas de la que parecía la eterna fuente de la inspiración. En cambio los otros tipos de cine oriental, sin ataduras y llenos de contenidos sociales reales e historias comunes, son los que están sobresaliendo en los festivales de occidente por encima del resto de la producción internacional. Con historias basadas en lo habitual, serían capaces de contar historias de magia y horror completamente fuera de las etiquetas convencionales.

Entonces, ¿qué pasaría si lleváramos esa interacción sociedad-cine-sociedad a uno de los géneros más herméticos y menos desvirtuados de todos como es el cine de monstruos gigantes o “kaiju-eiga”? (pueden cambiar las mentalidades ofuscadas detrás de intereses más o menos pajeros o políticos, ¡pero arrasar una ciudad, es siempre arrasar una ciudad, oigan!) Pues algo de eso se ha podido ver en la edición de este año del Festival Internacional de Cinema de Sitges. Y de qué manera! “The Host” es ya el gran éxito de este certamen, y eso que acaba de empezar…

Cogemos un drama cotidiano de la familia más disfuncional y cómica de toda Corea del Sur, le añadimos un director con una forma de entender el cine sin vocación zetosa ni autoparódica, un cine de calidad, de personajes, de técnica cinematográfica excelente y con una trayectoria de profundidad indiscutible. Y a todo eso le añadimos el ataque de un monstruo mutante gigante cuyo afán no es destruir demasiado, sino hacerse un nidito confortable y comer humanos…

…entonces estamos delante de una de las películas más divertidas, mejor realizadas y más entretenidas de los últimos tiempos. Una película capaz de complacer a los amantes del “kaiju-eiga” y a los amantes del nuevo cine de autor surcoreano; capaz de emocionarte delante de una más que creíble historia de supervivencia (¡por todos los dioses!, ¡con monstruo gigante incluido!), con las principales señas de identidad de ese tipo de películas, pero totalmente nueva, llena de tragicómicos dramas humanos, muertes sinsentido, humor cruel, crítica social y realismo.

En un puesto de comida a las orillas del río Han, regentado por su padre (Byun Hee-bong), Gang-du (Song Kang-ho) está en plena siesta cuando la palabra “papá” le saca de su sueño. Su hija Hyun-seo (Ko A-sung), está furiosa. No sólo por ese antiguo móvil que le avergüenza sacar en público, sino porque en el día de visita paterna a la escuela acabó yendo su tío (Park Hae-il) apestando a alcohol. Después de una pequeña discusión, Gang-du le enseña a su hija un cubo de fideos lleno de monedas que está guardando en secreto para poder cambiarle el móvil. De todas formas ella ya no presta mucha atención porque está viendo en la TV el Campeonato Nacional de Tiro con Arco, en el que su tía (Bae Doona) está participando (¿una triunfadora en la familia…? difícilmente)

En un momento en que Gang-du sale a servir un plato de calamar, encuentra una multitud que es testigo de un curioso espectáculo. Algo extraño está colgando del puente del Río Han, y se mueve. La gente, fascinada, empieza a hacer fotos y grabar con cámara… hasta que la “cosa” se abalanza sobre la orilla ¡y empieza a comérselos a todos! El área de recreo del río se convierte en un infierno en cuestión de segundos. Gang-du corre como loco con Hyun-seo a rastras, para finalmente perderla entre la multitud. Atenazado por el pánico, sólo tiene tiempo de ver como la Criatura agarra a Hyun-seo y ha desaparece en el fondo del río.

A partir de aquí, una orgía de muerte, hospitales, persecuciones militares, extraños virus (contagiados por la Criatura), esperanzas de encontrar a la niña, carreras delante del monstruo y muchas estupideces y cariño son la orden del día de la familia protagonista

Es en definitiva la vuelta de tuerca realista que le faltaba al cine de SuperMonstruos: hacerla creíble, hacerla cercana, desarrollar los personajes más que la tragedia en sí. Es la influencia en el cine fantástico de un cine social preocupado por lo que nos rodea: la lejanía de los de debajo de las fuerzas de poder del estado, la importancia de la vida humana por encima de la política… ¡y además sale un originalmente genial monstruo gigante que acaba con un montón de gente en unas escenas trepidantes y maravillosamente rodadas!

¿Qué más se puede pedir?

Por todo ello, espero sinceramente que este sea un punto de inflexión irreversible en un género que (debemos reconocerlo) estaba muriendo al haber caído ya demasiado en la autoparodia y en el homenaje. Una forma perfecta de darle nueva vida a uno de los episodios más divertidos de todo el fantástico.

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9 comentarios :

Higronauta dijo...

Ha conseguido que ralle todo el suelo con los dientes largos que ha me ha provocado, maese kuroi. Espero y deseo que los distribuidores hispánicos tiendan, para variar, hacia lo inteligente, y esta cinta se estrene en nuestro país.

Por cierto, no creo que el género se encontrara en ese punto terminal que usted comenta. A la última trilogía de Gamera o a la maravillosa Final Wars me remito.

kuroi yume dijo...

jejeje
bueno, puede que haya exagerado un poco para darle dramatismo, pero no ando demasiado errado. Gamera ya era desde sus inicios la respuesta "infantil" al muy serio Godzilla (hablo de los inicios de ambos, eh! luego hay de todo) y el "Final Wars" huele más a autohomenaje, a gran traca final, que a revitalización del género.

"The Host" es ir un poco más allá, darle nuevas salidas. Es otra cosa.

Anónimo dijo...

Quién sabe, a lo mejor tiens razón y estamos ante el Quijote de los "Kaiju-eiga"... Yo me tendré que esperar a que la estrenen comercialmente, andaba muy ocupado yo haciendo el payaso por las calles de Sitges ese mismo día, como bien sabes :)

Saludos.

Sr. Forfy dijo...

Te odio! (necesito tu correo por cierto, es valido el de contacto de esta página??? Te he mandado uno, miralo!)

Lord Babeco dijo...

Yo voy mañana a Sitges!!! La de Host no la pillo pero voy a ver "The Fountain"... no me espero nada bueno...ojala me equivoque...

Y a ver si puedo ver Tokyo Zombie, con T.Asano con el pelo afro.

kuroi yume dijo...

Forfy, nos vemos seguro!

Babeco, te buscaré... El domingo aún no estaba disponible la programación del Brigadoon del martes en adelante, pero en cuanto la tenga, miraré de hacerle un huequecito a tus cositas. MUCHA SUERTE!!!

Kike dijo...

Espero el estreno de esta flipada familiar con monstruo ANSIOSO. Espero que no me decepcione.

Anónimo dijo...

Hoy ví la película. Me pareció una super película, es cierto todo lo que dices y agregar algo sería redundar. Quiero verla mil veces para guardar detalles del lloriqueo de la familia frente a la foto de la niña muerta ¡es de locos! y sí, coincido en que le da un giro total a las cintas de monstruos. Bien encontrar tu blog para saber más. Por cierto, esa ilustración esta efectiva ¿de donde la bajaste?
Saludos.

kuroi yume dijo...

Roja: esa imagen formaba parte del material de prensa del Festival de Sitges '06