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sábado

etdc (XLII): especial sitges - ¿Quién Puede Matar a un Niño? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976)


Evelyn: Benavís me parece adorable.
Tom: Sí, pero yo prefiero Almanzora.
Evelyn: A mí me gusta Benavís.
Tom: Hay demasiada gente, Evie. Para llegar al mar tienes que caminar por encima de un millón de personas.




RELATO CINECARTOGRÁFICO



Aprovechando el arranque del 49 Festival de Cine Fantástico de Catalunya, el otro día me preguntaba cuánto había repercutido Sitges, la pequeña ciudad blanca a la orilla del Mediterráneo, en la ficción cinematográfica. Y aunque apuntaba que sus hermosos paisajes se han usado con asiduidad en la ficción televisiva catalana, nunca ha tenido la repercusión suficiente para que su nombre quedara ligado al universo mítico de una gran obra. Hoy día es común que las localizaciones en las que ocurren las producciones sean publicitadas con pericia por los propios departamentos de turismo de las localidades en las que se rueda (véase el uso que están dando del rodaje de Juego de Tronos todas y cada una de las zonas que la maquinaria de la serie planta sus cámaras), pero ésta es una cuestión en la que Sitges no ha tenido mucha mano. Recordaba el sábado pasado cómo Sitges era el Santuario al Sur de Europa donde todos los humanos supervivientes se refugiaban de los trífidos en la versión del 62 de The Day of the Triffids. Era un escenario de suma importancia para la historia, pero que no ha pasado a la historia, a pesar de la aceptación general de que esa película es ya un clásico.

Y hoy vengo con otro caso parecido. Puede que más fácil de explicar, porque el anonimato se busca intencionadamente en toda la secuencia rodada en las calles de Sitges. Entrando en situación, pocos no han disfrutado de la maravillosa y terrorífica ¿Quién Puede Matar a un Niño? de Chicho Ibáñez Serrador, pero aún menos saben que las escenas de la península, justo antes de que la pareja protagonista se dirija a la isla habitada únicamente por niños es, ni más ni menos, que la Blanca Subur.

En el mundo real, toda la parte de la isla, que protagoniza y da sentido a la historia es Fornells, en Menorca. Pero en la ficción se llama Isla Almanzora, un sitio que el protagonista recuerda paradisíaco, pero que ha sufrido algunos cambios drásticos con el tiempo. Y antes de conseguir el transporte marítimo para llegar allí, pasan unas horas en una ciudad abarrotada de turismo, en plena Fiesta Mayor, un sitio perfecto para pasar un verano más tópico llamado Benavís, del que deciden huir en cuanto les es posible en busca de la tranquilidad esperada en Almanzora. Y ese Benavís ficcional no es otro sitio que Sitges.

Ente fuegos, pirotecnia, diables, gigantes y cabezudos, y miles de espectadores, el espectáculo es ensordecedor. La escena transcurre en la Calle Parellades, y en la Plaza del Cap de la Vila, lugares que cualquier ojo amante de Sitges puede reconocer con facilidad entre las imágenes de la película, si es capaz de restarle el paso inexorable de los años. Siguen por la muy característica Calle de la Davallada, todavía rodeados de fiesta y gentío. Algo más complicado es identificar el lugar exacto de la escena de la piñata, anticipo directo de una de las escenas más macabras de la película, y que no es otra que la Calle de Sant Joan, entre el ayuntamiento y el Museu Cau Ferrat, todo en el centro histórico de la ciudad. Luego ya vienen los fuegos artificiales bajo la Iglesia de Sant Bartomeu i Santa Tecla, y el obligado paseo por la Calle del Pecado (nombre popular de la Calle Primer de Maig).  Toda una ruta turística oficial de la ciudad, que casi pasa inadvertida por la confusión y el griterío.

"¡Ah, es fiesta en Benavís!” Dice el propio Chicho en un típico cameo hitchcockiano, como restándole importancia a lo que pasa y dónde sucede. Desde luego, no hay ningún interés por parte del director de aprovechar la belleza de la ciudad. Ni de darle publicidad. Sus planos son demasiado cortos como para dar contexto e información espacial. Busca el efecto psicológico del ruido y del alboroto, nada más.

Pero ver relacionada nuestra Sitges con una película que todo amante del cine de terror tiene en mucha estima, es algo que todo visitante asiduo al Festival de la localidad barcelonesa debería encontrar sumamente gratificante.



FICHA TÉCNICA

Nombre del lugar: Benavís.
Visitantes: Tom (Lewis Fiander)y Evelyn (Prunella Ransome).
Fecha de la Visita: 1976.
Situación: Costa Española.
Dirigido por: Narciso Ibáñez Serrador.
Dirección de Fotografía: José Luis Alcaine.
Dirección de Arte: Juan Gracia.
Año: 1976



yume

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