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martes

Sitges 2016: día 6 [miércoles 12]

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miércoles 12

bed
Bed of the Dead (Jeff Maher, 2016)
Un punto de partida tan absurdo como el que un árbol en el que se realizan sacrificios humanos se acabe usando para tallar una cama extra grande, que por descontado está maldita y acaba con todos los que entran en contacto con ella, no debería llegar a ningún sitio si se toma a sí misma en serio. Pero en cierta medida Bed of the Dead lo hace con cierta frescura, hay que admitirlo, al llevar la premisa hasta el final sin tomarse un momento para la ironía. Resulta así una desconcertante película de posesión demoníaca con varias ideas espacio-temporales delirantes, varios personajes bastante arquetípicos y poco desarrollados (incluyendo un antihéroe acabado que tenía mejor aspecto que la mayoría de los que asistimos a aquella sesión), y que por acumulación acaban creado una película adorable. Se agradece el atrevimiento.


ravager
Phantasm: Ravager (David Hartman, 2016)
(con la presencia del productor)
Si bien la primera película de la saga tenía algo de iniciática y de construcción del camino del héroe mítico, pero de una forma confusa e inocente, las siguientes tres secuelas daban vueltas a varios de los logros de la original del 79 con diferente fortuna, pero sin eso especial que convirtió a Phantasm en un clásico. Ravager, la quinta y última hasta que los remakes se ceben en ella, opta por no buscar las raíces del mito, y convertir la saga en otra cosa, ya definitivamente una cinta de acción. Lo consigue, sin lugar a dudas, y es capaz de contentar al fan irredento con guiños y homenajes a toda la saga. Si es un éxito o un fracaso, el tiempo lo dirá, pero lo que sí que es esta secuela tardía y casi accidental (Coscarelli consintió grabar un corto amateur, y parece que se liaron...), es un digno cierre a la historia del Hombre Alto en el año del fallecimiento del actor Angus Scrimm. Vendrán seguro otras Phantasm, pero el recuerdo del bueno Angus es ya imborrable.


antiporn
Antiporno (Sion Sono, 2016)
Salgo de la sala muy sorprendido, en cierta medida alucinando, y bastante contento con lo que ha hecho Sion Sono ante el encargo de revitalizar el género erótico japonés popularizado por la Nikkatsu en los años 70. Porque no se le ocurre otra cosa que destruirlo. Con toques de feminismo guerrero, liberación sexual de roles, crítica al sistema cinematográfico japonés en lo referente al trato de las actrices, y además haciéndolo desde un descabellado juego de realidades y ficciones, de imágenes alucinadas, de cine dentro del cine, y de falsos recuerdos en escenarios brillantes y tonos pastel, cuyo resultado no puede más que funcionar. Grande Antiporno.


dirty south
Dirty South (Olivier Strauss, 2016)
(con la presencia del director)
No recuerdo haber presenciado antes una presentación en la que el propio director desvelara el principal motivo a descubrir de la obra que se va a ver a continuación. Siendo un cortometraje de corte metafórico donde una mujer y sus dos hijas de van a vivir a un alto edificio aislado en medio de la nada, y donde el espectador debe reconstruir de los retazos que muestra el entramado de la historia, los porqués, y hacia dónde transita todo, es bastante desconsiderado por su parte que se explique en una simple frase el significado final de la historia. Igual el Sr. Strauss quería que partiéramos de ahí, nos olvidáramos del misterio, y nos centráramos en los recursos estilísticos y de la forma de contarlo, donde cuenta con algunas ideas interesantes, como el contraste de la alta torre contra la elección de 4:3 como formato. Pero no acabo de entender su postura. Sin ese terrible spoiler, es un cortometraje excelente.


tenemos la carne
Tenemos la Carne (Emiliano Rocha Minter, 2016)
(con la presencia del director)
Una verdadera sorpresa el día que el cielo parece desmoronarse sobre Sitges. Esta es una de esas películas de festival que voy a ver porque encaja en la agenda, y que acaban siendo las que más perduran en la memoria. Tenemos la Carne es ciencia ficción, es Apocalipsis, y es en cierta medida cine social, pero lo que de verdad es esta película es poética de la carne, de la supervivencia y de lo decadente. Tres personajes descubren la vida y el mundo a partir de la reclusión, una involución al útero materno que les otorga una inmortalidad metafórica que la historia plantea como pequeñas adquisiciones de experiencias, pequeñas victorias y pequeñas muertes, que, explicadas a través de encuentros violentos y sexuales, no son más que una forma de explicar el nacimiento y la aceptación dentro de una familia. Y la posterior y última salida (vuelta) al mundo real al abandonar el nido. Fascinante.


detour
Detour (Christopher Smith, 2016)
(con la presencia del director)
Detour es uno de esos thrillers precisos en los que todo encaja a la perfección, llenos de homenajes al cine negro clásico (para empezar, el protagonista se llama Harper), y que todavía es capaz de retar al espectador sagaz y engañarlo sin trucos demasiado sucios. En busca del crimen perfecto, el joven protagonista debe enfrentarse a ese desvío de caminos que le plantea el destino y decidir si acepta la oferta para asesinar a su padrastro. Y la película nos cuenta de manera muy inteligente, a través de un hermosa edición, cómo podrían ir esos dos caminos. Pero lo que ofrece la película va bastante más lejos que lo que ya hemos podido ver antes en películas como la inocua Dos Vidas en un Instante de Gwyneth Paltrow. En Detour nada es lo que parece, aunque descubrir que todas las cartas están sobre la mesa desde el principio de la película no hace más que aumentar mi admiración por esta historia. Sin duda, una de las mejores películas de la presente edición.


31
31 (Rob Zombie, 2016)
Rob Zombie ha desconectado. Al menos de mis expectativas sobre su cine. Entiendo que ciertos ámbitos destrozaron su muy personal Lords os Salem, pero semejante paso atrás en su carrera no tiene mucha explicación en su trayectoria. Partiendo del homenaje al slasher clásico, pero hipervitaminado de La Casa de los 1000 Cadáveres, 31 no parece más que un divertimento entre giras, si no un mero compromiso con la productora, realizado con dejadez. Apuesta por el espectáculo sin más, y se olvida de lo que de verdad hace interesantes sus propuestas. No profundiza aquí en el significado del mal, ni desarrolla una historia sobre la decadencia. Parece haberse quedado en un esbozo de lo que la gente espera de él, y lo lleva a cabo sin nada de interés. No hay unidad ni narrativa en los escenarios donde acontece la caza. De echo, se usan un par de veces y rápido decorados ultra barrocos, pero para la acción de verdad vuelve siempre al mismo almacén industrial donde no se ve nada. No hay ninguna buena interpretación de los actores, ni guión que la necesite, y el esperpento amoral parece pre-diseñado, sin alma. Un mero espectáculo visual vacío. Y para acabarlo de destrozar, el montaje es atroz y molesto, cuando no solo entrecortado y desconcertante. Parece que Zombie quiera dar alas a sus críticos haciendo justamente lo que éstos esperan de él. Mejor pensar eso, que creer que The Devil's Rejects, Halloween 2, o Lords of Salem, fueron un simple accidente. La pregunta de verdad es, ¿hacia a dónde va a ir Rob Zombie a partir de ahora?




yume

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