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jueves

Sitges 2018: día 7 [Miércoles 10]

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Miércoles 10

burning

Burning (Chang-dong Lee, 2018)
Jong-su se reencuentra por accidente con una chica que solía vivir en su mismo vecindario, la cual le pude que se ocupe de cuidar de su apartamento y su gato mientras está de viaje por África. A su vuelta, ella le presenta a Ben (Steven Yeun), el misterioso joven que ha conocido allí. Poco a poco, se va desarrollando un incómodo triangulo amoroso que se vuelve más todavía extraño cuando Ben le confiesa a Jong-su su secreto: Incendia invernaderos.




Assessination nation

Assessination Nation (Sam Levinson, 2018)
Assessination Nation es la película más necesaria, más salvaje y disfrutable, más orientada al público, y más autoconsciente (con el permiso de Under the Silver Lake) de todas las del presente año. Porque sus actrices se salen, y porque es capaz de darnos una lección a todos, y demostrarnos que vamos camino de convertirnos en pollaviejas si no somos conscientes de cómo se mueve el mundo. Algo así no merece nada que no sea aplaudir. Se la recomiendo encarecidamente a todos los que se quejan de la cuota de diversidad, de la feminización forzada de la cultura, y a los que menosprecian a las nuevas generaciones y su apatía. Buena suerte en el futuro.




Morto nao Fala

Morto ñao Fala (Dennison Ramalho, 2018)
Stênio, el guarda nocturno de una morgue, tiene la habilidad de hablar con los cadáveres que le traen cada noche, que no son pocos en un Rio de Janeiro abrumado por la violencia. Si la maldición de no poder dejar de escuchar lo que los recién fallecidos necesitan explicar no fuera suficiente, todo se le complica cuando intenta utilizar esos secretos que le cuentan, y acaba metido en los bajos fondos de la ciudad. Fantástico para hacer crítica social, como debe ser.




Ederlezi Rising

Ederlezi Rising (Lazar Bodroza, 2018)
Por ser una extremadamente larga misión espacial tripulada, al único pasajero se le asigna una androide con la más avanzada AI para que le haga compañía. Esa relación íntima entre la robot (interpretada por la actriz de cine porno Stoya) y el hombre, pone a prueba los límites de la naturaleza humana, y mi capacidad para aceptar imágenes de abuso. El astronauta nunca deja de ser el héroe, pese a que está en una relación de superioridad evidente, y cuando la robot toma sus propias decisiones (cuando él se cansa de que ella sea sólo sea un juguete, rompe la reglas para darle libre albedrío, y entonces ella decide que se acabó eso de complacerle a su antojo), él no duda en poner en peligro tanto la misión, como su vida con tal de poder follársela de nuevo. Eso sí, al final él consigue salvarse heroicamente, salvar la nave, y también la misión. Pedazo de ejemplo para la sociedad moderna. Día de fuerte contraste. Así como he salido revitalizado por la fuerza regeneradora de Assessination Nation, me entristece que se aplauda una loa al abuso como es Ederlezi Rising. De verdad me gustaría preguntar a Stoya cuál es su punto de vista sobre la historia. Cuanto más la pienso, más fea me parece.













yume

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