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viernes

Sitges 2017: el top ten de tdc

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Un año más, y ya es tradición asentada, las buenas gentes de El Pájaro Burlón, junto con otros grandes como José Hernández, que escribe sus excelentes notas en CINeol, o Daniel Lasmarías la voz del cine de Radio Sobrarbe, han hecho su top ten de la crítica del Festival de Sitges 2017, y han tenido en consideración pedirme mi opinión para tal menester. Y como me parece una costumbre muy bonita, ahí va mi artículo final: un top ten extended version sobre Sitges 2017, un resumen personal, y un buen recuerdo, de lo que ha sido el presente certamen. Por cierto: [AQUÍ] el top ten de El Pájaro Burlón. ¡Hasta el año que viene!




1- Brawl in Cell Block 99 (S. Craig Zahler, 2017)
¿POR QUÉ?: Porque en una sección en el que nada acaba de destacar, es la película más salvaje y disfrutable, más orientada al público, y más autoconsciente. Porque sus actores se salen, y porque es capaz de rellenar un drama carcelario con explotación y un toque superheróico crepuscular al que no se puede si no aplaudir.
SE RECOMIENDA: A todo aquel público que no le hace ascos a un cine con un poco de violencia bien dispuesta, y que puede jalear una paliza bien merecida y liberadora.

2- The Killing of a Sacred Deer (Yorgos Lanthimos, 2017)
¿POR QUÉ?: Porque probablemente sea la película del festival, extraña y desconectada, como toda película de Lanthimos, pero la más terrenal de las que ha rodado hasta ahora. Lacónica y bella, con actuaciones sublimes, y una historia perfecta. Con el toque justo de fantasía y humor para que sea equilibrada.
SE RECOMIENDA: A todos aquellos fans de Yorgos Lanthimos, y a todos aquellos que no lo conocen todavía, pero buscan sensaciones nuevas. Es el momento.

3- November (Rainer Sarnet, 2017)
¿POR QUÉ?: Porque si alguna película fantástica merece ser recordada de Sitges 2017 es ésta. Porque presenta una fantasía total, cercana en ocasiones al horror, para narrar una triste historia de amor. Y porque algunos de sus giros e imágenes son auténticas genialidades.
SE RECOMIENDA: A los que disfrutan con la weird fiction y no esperaban encontrar un reflejo digno en el cine.

4- How to Talk to Girls at Parties (John Cameron Mitchell, 2017)
¿POR QUÉ?: Porque es una de las más divertidas y locas de las que he visto este año, porque su historia de amor disfuncional y absurda sí que acaba funcionando, y por su banda sonora deliciosa.
SE RECOMIENDA: S los fans de Neil Gaiman, y a los de Hedwick, a los que añoran el punk londinense, a los que van al cine a pasar un buen rato y divertirse.

5- Have a Nice Day (Jian Liu, 2017)
¿POR QUÉ?: Porque en un mundo de apabullante industria del anime japonés, que una obra pequeña se preocupe más por el arte del fotograma y por la historia que narra, que por la acción y el espectáculo, es de agradecer. Si además, recuerda al cine de los hermanos Coen y ha molestado a las autoridades chinas, mejor que mejor.
SE RECOMIENDA: A los amantes del cine de animación clásico y serio, maduro, y con el que se hace crítica política a la vez que se crea arte.

6- Brigsby Bear (Dave McCary, 2017)
¿POR QUÉ?: Porque es encantadora, porque por muy dura que sea la historia, promete que el amor por la ficción lo puede curar todo. Porque funciona como un reloj, y es una de las comedias más agradecidas del año, adorable, con grandes ideas, y un macguffin apasionante. Y por el oso Brigsby, ya que todos bos quedamos con las ganas de saber más de él.
SE RECOMIENDA: Para todo el mundo, sin distinción. Pero si amas el cine, y los personajes entrañables, esta película te robará el corazón.

7- The Wall (Doug Liman, 2017)
¿POR QUÉ?: Porque es la sorpresa del Festival, porque se centra en un argumento ya habitual (un personaje arrinconado por un tirador experto) y es capaz de mantener los 90 minutos en esa situación sin utilizar trampas, ni perder un momento de la tensión creada.
SE RECOMIENDA: Para los amantes del cine bélico que buscan emociones muevas, y para los que no lo son, pero se dejan sorprender.

8- Blade of the Inmortal (Takashi Miike, 2017)
¿POR QUÉ?: Porque a pesar del argumento (que ya es todo un clásico en el mundo del manga), es una de las propuestas más serias y profesionales del inefable Miike. Porque es fiel al manga y y no por ello fracasa como película. Y porque nunca hay que hacerle ascos a duelos de samurai, ni aunque el héroe lleve tantos años siendo inmortal que se le ha oxidado la buena esgrima.
SE RECOMIENDA: Para los que no le hacen ascos a una buena historia, por mucha sangre y amputaciones que haya, y a los que disfrutan de las películas que no se avergüenzan a recrearse en la escala de grises de la moralidad.

9- Marlina the Murderer in Four Acts (Mouly Suryan, 2017)
¿POR QUÉ?: Porque siempre se agradece un poco de frescura en el western. Vale, no es técnicamente un western, pero se comporta y funciona como tal. Porque su protagonista es un torbellino de fuerza y templanza en una situación terrible, y porque todas las costumbres que muestra son realmente interesantes. 
SE RECOMIENDA: Para los que no le hacen ascos a cinematografías exóticas, que al fin y al cabo acaban mostrando historias humanas. Y porque es una película cojonuda.

10- A Silent Voice (Naoko Yamada, 2016)
¿POR QUÉ?: Porque es la única película del presente festival que me ha emocionado de verdad, porque explica de forma amable una historia muy dura, pero se las apaña para no perder el optimismo, y sobre todo, porque es capaz de dar nuevos puntos de vista a un tema tan terrible como el abuso escolar.
SE RECOMIENDA: Esta sí que debería verla todo el mundo. Imprescindible.

[mención especial]
Arder (David González Rudiez, 2015)
¿POR QUÉ?: Es difícil poner esta obra en una lista de recomendaciones para un público general. Una película sin sonido es imposible que sea del gusto de mucha gente, si no es de la que les gusta (o quieran empezar a) experimentar. Pero debe estar en esta lista, aunque sea en un aparte, porque sin duda ha sido una de mis favoritas del certamen. Un verdadero viaje introspectivo al universo extraño de un sin techo, en pleno camino de expiación, del que sólo la imagen y el vacío orgánico que crea la falta de audio transmiten toda la información. Una verdadera experiencia que recomiendo sin paliativos.



[la peor de mi festival]
Este año no creo que haya visto ninguna que merezca de forma clara el deshonor de ser nombrada la peor, aunque no quiero dejar de mencionar dos que han estado cerca de merecerse este puesto. Dhogs es una propuesta valiente, pero creo que fallida. En todo caso se agradece que todavía se haga cine provocador y con intención. No acaba de funcionar, pero ha estado cerca de ser algo importante. Y por último Black Hollow Cage, tiene intenciones de grandeza, y cuenta una historia que no es molesta, ni está mal rodada, pero varias decisiones de dirección de actores, y un argumento menos grandilocuente y complicado de lo que el director cree, hacen que no llegue a mucho más que una película de aficionado rodada con grandes medios. Una lástima, porque tiene cosas muy buenas, como una escenografía apabullante, pero se queda corta.





yume

domingo

Sitges 2017: el resumen de Daniel Lasmarías

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A Prayer Before Dawn

A Prayer Before Dawn (Jean-Stéphane Sauvaire, 2017)
Basada en la historia real de Billy Moore, un boxeador británico que permaneció encerrado durante tres años en una de las cárceles más peligrosas de Tailandia por posesión de drogas, la película transciende lo tópico del argumento (sufrimiento / drogadicción / redención a través del deporte / recaída / triunfo) a través de una realización vibrante, capaz de retratar el ambiente local con autenticidad, y de ciertas audacias puntuales, como por ejemplo la relación romántica del protagonista con una transexual.

Ideal para aficionados al Muay Tai, al que hace un acercamiento serio. Quizás se haga demasiado larga y predecible, pero su tono documental la eleva sobre otras propuestas similares.





sorcerer

Sorcerer (William Friedkin, 1977)
Clásico moderno. “La película por la que me gustaría ser recordado”, en palabras de su director, William Friedkin, que la presentó y que compartió con el publico un agradable encuentro tras la proyección.

Esta adaptación de El salario del miedo (llevada anteriormente al cine por Henri-Georges Clouzot) recuperada en una versión restaurada del montaje del director, sigue vigente como buen cine de aventuras, hijo de su tiempo (los años setenta), con su fatalismo y sus personajes torturados.

Llena de poderosas imágenes (el puente, los camiones, etc), esta Sorcerer se sigue manteniendo como lo que es: una absoluta obra maestra.





gloves off

Gloves Off (Steven Nesbit, 2017)
Afectado por la muerte de su entrenador, Doug es un exboxeador asediado por las deudas (y la posibilidad de perder su gimnasio, una casa de locos llena de personajes peculiares). Su suerte cambiará cuando una bella gitana le proponga entrenar a su hermano, aspirante en un campeonato de peleas a puño descubierto.

Extraña propuesta para un Festival de cine fantástico, esta comedia a la inglesa, de trazo grueso, que sólo acierta un chiste de cada tres, levanta el vuelo en la presentación de personajes (ese clan de irlandeses) pero cae en lo ridículo cuando intenta el drama.

A destacar el careto de su protagonista, más propio de un cantante de tercera en un bar de Benidorm, que del propietario de un gimnasio del extraradio londinense.





marrowbone

Marrowbone (Sergio G. Sáncheza, 2017)
En los años de posguerra, una familia británica llega a una localidad costera americana con la esperanza de empezar una nueva vida. Cuando su madre muere, sus hijos la entierran en secreto y empiezan a aislarse del mundo, acechados por una siniestra presencia.

Propuesta del año de Mediaset, dirige Sergio G. Sánchez, guionista habitual de J. A. Bayona (que ejerce de productor ejecutivo). Elegante, con una producción solvente y con unos muy buenos actores, toda la propuesta fracasa a ser incapaz de alejarse mínimamente de las marcas de estilo de sus creadores.

Tramposa, reiterativa, mecánica y plana. Una película sin alma.





el habitante

El Habitante (Guillermo Amoedo, 2017)
Tres hermanas entran en la casa de un senador mexicano con la intención de robar, pero, una vez dentro, comienzan a escuchar extraños gritos provenientes del sótano. Atada a una cama, las hermanas encuentran a la hija parapléjica del senador, con síntomas de haber sido torturada.

Dirigida por Guillermo Amodeo (guionista de Toc, Toc, por ejemplo), esta película mexicana viene lastrada por varios factores: pésimos actores, un guión tramposo, una producción raquítica y un argumento poco original. Salvando eso, tiene cierto encanto inexplicable que se va perdiendo poco a poco, hasta llegar a un final, si no ridículo, sí bastante discutible.





sweet virginia

Sweet Virginia (Jamie M. Dagg, 2017)
Sam es un antiguo campeón de rodeo, que ahora vive apartado en un pequeño pueblo de Alaska, donde regenta un motel, llamado Sweet Virginia. La llegada de un asesino a sueldo y los secretos de varios personajes lo introducirá en un mundo sórdido y violento.

Sin nada destacable ni criticable (quizás una fotografía demasiado oscura), este thriller rural avanza sin rumbo hacia un desenlace brusco y anodino. Prometía mucho en sus primeros minutos y se va desinflando, sin dejar de ofrecer pequeños destellos interesantes, pero dentro de un conjunto plano.

Jon Bernthal dota a su personaje del empaque habitual y Christopher Abbott destaca en el papel de asesino. Quizás lo mejor de la cinta.





stephanie

Stephanie (Akiva Goldsman, 2017)
Stephanie está sola en casa. No sabemos por qué sus padres la han dejado allí, pero parece haberse acostumbrado a la situación, salvo cuando un monstruo se presenta a hacerle una visita.

Dirigida por el guionista Akiva Goldsman (que en esta ocasión no interviene en la escritura del filme), Stephanie no termina nunca de despegar, aunque tampoco se la puede considerar una propuesta fracasada. La tensión y misterio de los primeros minutos, la acción de los últimos, algunos detalles macabros (el hermano) y las buenas actuaciones (la de la niña, sobre todo) salvan los muebles de una película entretenida y olvidable.





mal nosso

Mal Nosso (Samuel Galli, 2017)
Todo lo dicho para El Habitante vale para Mal Nosso , pero peor.

Producción brasileña, empieza estupenda y de manera dramática termina en el más estrepitoso de los ridículos (ese payaso, ¡por Dios!). Su argumento es un batiburrillo sin gracia y todo parece amateur. Con varias escenas de vergüenza ajena.

Durante la proyección hubo ciertos problemas con los subtítulos, para desgracia o alivio (según se vea) de los espectadores.





indiana

Indiana (Toni Comas, 2017)
Dos amigos, conocidos como The Spirit Doctors, se dedican a ayudar a gente con problemas paranormales en Indiana, hasta que en un día se enfrentan a un caso más complejo que los habituales.

Una agradable sorpresa. Basada en unos personajes reales (la película nace de un documental realizado por el mismo equipo), a los que trata con un cariño y una comprensión fuera de lo común. Lo fantástico se diluye y son los monstruos cotidianos (tanto físicos, como emocionales) los que acaban conquistando la pantalla.

Reposada, pero compensado esto por su breve duración, contiene un final admirable. Quizás no cierra bien todas sus tramas o desaprovecha a alguno de sus personajes, sin embargo resulta meritoria técnica y argumentalmente. Sus aciertos compensan sus (pocos) errores.





hard boiled

Hard Boiled (John Woo, 1992)
Última de las películas que realizó John Woo antes de dar el salto a Hollywood a principio de los años noventa.

Larga, excesiva, simple y forzadamente dramática. Y a pesar de ello, divertida. Una historia de polis, traficantes, malos de opereta, bebés en medio del fuego cruzado, muertos por doquier, Chow Yun-Fat, cámara lenta, música clásica, explosiones y tiroteos con pájaros volando (marca de la casa).

Poca gente en la sala, lo habitual en estos Sitges Classics matutinos.





dave made a maze

Dave Made a Maze (Bill Watterson, 2017)
Dave construye un laberinto de cartón en medio de su salón y termina atrapado dentro. Su novia Annie tendrá que organizar un equipo de rescate para sacarle de allí.

Locura graciosa, aunque menos original de lo que pretende. Irritan un poco algunos personajes, hipsters de manual, pero contiene soluciones visuales interesantes y un argumento sencillo y que se sigue con agrado. Y, para que engañarnos, es una peli que sólo pretende se divertida. Y lo es.










yume

sábado

Sitges 2017: día 10 [Sábado 14]

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sábado 14

A efectos prácticos, para la prensa, el sábado es el último día de Festival, ya que el cansancio y la acumulación de películas hace muy difícil pensar en disfrutar de las maratones del domingo. Así que bienvenidos a la última entrada del diario de este Sitges 2017.



the lodgers

The Lodgers (Brian O'Malley, 2017)
Otra acumulación de clichés para las mañanas del Auditori. Este film de horror gótico, no sabe diferenciarse de los cientos de películas que se han rodado antes con la misma temática, fotografía, estilo, e incluso argumento. Unas peores, otras mejores, ojalá llegue el momento de que haya algo que aportar en el subgénero, pero de momento hay que conformarse con estas historias de fantasmas familiares, en casas semi abandonadas, rodeadas de lagunas tenebrosas, y de atmósferas azuladas, donde la sombra del incesto y del amor prohibido llevan a la perdición de sus protagonistas. Técnicamente es precisa, y los actores están muy correctos, pero no dice nada, no llega.





compulsion

Compulsion (Ángel González, 2017)
Thriller funcional jugando en los límites del slasher, en el que una mujer sospecha de la infidelidad de su marido y eso la lleva a un escenario terrible de horror y muerte. Primer largo de ficción del director, cumple sin muchas más complicaciones. El final, aunque bastante anticlimático, se olvida con un epílogo bastante curioso, que choca por lo alejado del tono general, más que por su impacto. La cuestión aquí es que es la última de las muchas películas de Sitges 2017 que trata la violencia de género, e intenta ser feminista. En este caso, procurando que los personajes femeninos sean fuertes pese a la situación a la que se ven abocados. Y de nuevo surge a la palestra el test de Bechdel, que por supuesto Compulsion tampoco pasa (y no es tanto demérito, casi ninguna lo hace), y me pregunto, ¿qué será necesario para que dejemos de mirar por estos trasfondos en el cine, y podamos disfrutar de la ficción sin que veamos reflejados lamentables fantasmas de la realidad en ella?





the brink

The Brink (Jonathan Li, 2017)
El cine acción policiaco procedente de China nos tiene acostumbrados a unos clichés que se subvierten en The Brink por la simple razón de que se sacan de su contexto habitual. Aquí se da la polarización bueno / malo, policías / ladrones, y se muestran las apasionadas relaciones de fidelidad, honor, empatía, sacrificio, y tozudez, propias de ese género de películas rodadas tanto en la isla como en el continente. Pero en pocas hay un vínculo tan fuerte por encima de lo que acontece, en pocas lo que importa de verdad es la hermandad de aquellos que tienen a la diosa del mar como patrona. Aquí el mar no es sólo el escenario, si no es la patria, el inicio y el fin, la esposa a la que serle fiel, a la vez que el guardián que les protege. Tanto el poli bueno como el ladrón son marineros, y eso los hace estar más unidos que por las razones honorarias típicas del cine de directores como John Woo. A pesar de eso, están condenados a enfrentarse. Se entienden a la perfección, pero, en este caso, el oro se interpone entre ellos. Y así acontece la violencia, la desdicha, y la muerte. A pesar de su multitud de escenas de acción trepidante, no acaba de apasionar, quizás por su mezcla torpe de temas, o por alguna escena aburrida (¿luchas subacuáticas?, ¿en serio?). En todo caso, no la recordaré tanto como algunas de las muchas cintas de acción china que he visto en otras ocasiones en el Festival.





A Silent Voice

A Silent Voice (Naoko Yamada, 2016)
Y acaba el Festival de Sitges 2017 con una última película de animación, en este caso la muy esperada A Silent Voice. Varios compañeros expertos en anime me habían hablado muy bien de ella. La voz del connaisseur, junto su temática (la historia de un abusón, narrada desde su punto de vista), me atraían mucho. Y la película explica eso, y mucho más. Principalmente porque el punto de vista es el de ese estudiante que martiriza a algunos de sus compañeros, pero se narra de forma muy realista y sincera, ya que el protagonista no se da cuenta de que es el matón de clase, ni de que sus amigos se relacionan también de esa forma de dominio y sumisión con el y con los demás, ni es capaz de ver que todo se vuelve extraño cuando pasa el tiempo, cambia el entorno, los compañeros, y quien era su antítesis en algún momento del pasado, puede convertirse en el único salvavidas al que agarrarse en situaciones difíciles. Si el cine está hecho para emocionar, en A Silent Voice se encuentra una obra que toca muy adentro, y en la que se reparten un par de grandes lecciones de vida muy valiosas. Y eso es una cosa muy difícil de encontrar, ya sea en anime, o en cine de imagen real. Una excelente forma de acabar el Festival.



Y ya está. Es sábado noche. Día de celebrar que nos hemos reencontrado con los colegas un año más, y de beber por los que hemos pasado y los que vendrán. ¡Gracias Sitges, nos vemos el año que viene!






yume

Sitges 2017: día 9 [Viernes 13]

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Viernes 13

jupiters moon

Jupiter's Moon (Kornél Mundruczó, 2017)
Proclamada ganadora a mejor película del Festival de 2017, y de la mano del director de la muy curiosa White God, no puedo negar que es una película excelente. Pero también he de apuntar que la temática elegida (la Europa que es capaz de cerrarse a los refugiados) ayuda a ponerla en un escalón superior que tampoco acaba de haberse ganado. Es tan profunda como debe ser una película de crítica social, pero en cuanto al toque fantástico, no deja de ser algo anecdótico que no acaba de afectar realmente al relato. Un toque espectacular y bellísimo en pantalla, hay que admitirlo, pero que no consigue colocar a la película en ninguno de los top 10 del presente certamen que he leído a mis colegas de prensa. Es una lástima, porque repito que es una gran película, pero el espectador de a pie de Sitges espera algo más, y no otro I Origins, ganadora del 2014, que gusta pero no convence a los más guerreros.




happy death day

Happy Death Day (Christopher Landon, 2017)
Nueva vuelta de tuerca a Atrapado en el Tiempo (y ya llevo cuatro), esta vez con homenaje metacinematográfico incluido, en este slasher cómico en el que una estudiante universitaria repite una y otra vez el día en que es asesinada por un personaje enmascarado. Por más que haga, no consigue romper el círculo, y la película lo aprovecha para desplegar un enorme surtido de fantasías sádicas y descerebradas que, a mi gusto, se manejan mucho mejor en cuanto a tono, humor y estética en la serie norteamericana Scream Queens. De echo, ambas aproximaciones al slasher son tan parecidas, con una crítica nada velada y llena de humor al sistema de castas que crean las fraternidades yankees, y con una serie de personajes prácticamente intercambiables (tanto que puede que debamos replantearnos los tópicos, y que en realidad que sean más realistas de lo que en Europa podamos creer), que podrían tratarse de temporadas diferentes, con un ligero twist fantástico en el largometraje que no acabaría de desentonar en la serie televisiva.




Brigsby Bear

Brigsby Bear (Dave McCary, 2017)
Otra de las películas más esperadas de el presente año, Brigsby Bear explica la historia de un niño secuestrado por una extraña pareja, que es criado en cautividad, con la única compañía de una serie de televisión sobre el oso espacial Brisgsby, serie que ruedan sus propios falsos padres para educarlo sin contaminación externa. Ya adulto, el gobierno consigue liberarlo y devolverlo a su auténtica familia, y el joven debe aprender a superar la pérdida de sus otros padres, entender el mundo real, y superar su obsesión por la serie televisiva que le ha acompañado durante casi 30 años. El resultado es una película deliciosa, llena de amor por la ficción y los pasadizos que la unen con la realidad. Y lo mejor, esa serie intergaláctica, en el que Mark Hamill (el padre secuestrador) vuelca toda su formación académica y su pasión por la cultura popular, siendo una mezcla entre los teletubbies, Buck Rrogers, Flash Gordon, Doctor Who, y Star Trek. No existe, pero el aura mítica que le confiere la adoración máxima del protagonista, y lo poco que llegamos a ver de ella, resulta irresistible.




JoJos Bizarre Adventure

JoJo's Bizarre Adventure: Diamond Is Unbreakable - Chapter 1 (Takashi Miike, 2017)
Y, como cada año, una de las propuestas de Takashi Miike para los festivales es una tomadura de pelo autoconsciente y normalmente muy divertida y loca. Y JoJo's Bizarre Adventure: Diamond Is Unbreakable - Chapter 1, rodada en exteriores en la propia ciudad de Sitges, tenía todos los números para ser una de las sesiones memorables del Sitges 2017. Pero diría que ha sido todo lo contrario, una decepción larguísima, muy aburrida, y sin ningún punto destacable. Sitges está rodada con una luz extraña, y se reconocen sus calles, ligeramente camufladas para parecer un pueblo costero japonés, pero le falta brillo, y es incapaz de reflejar su personalidad. También reconocí el edificio Cedimatexsa de Barcelona, el ya mítico lugar donde acontecía REC, en la primera escena de la película, y aunque presentaba una acción similar a la que narraban Balagueró y Plaza (el asalto de la policiá a uno de los pisos), Miike no ha sabido (o querido) aprovechar la magia cinematográfica del lugar, supongo que por no complicar más las cosas. En todo caso, me parece una adaptación directa del manga homónimo a imagen real, con el interés único se cumplir expediente. Lo que se muestra parece y se mueve Jojo's Bizarre Adventure, pero la película carece de alma. Me anoto investigar cómo elige el director japonés sus proyectos, o si a veces acepta encargos sin preocuparse mucho del resultado.




how to talk to girls at parties

How to Talk to Girls at Parties (John Cameron Mitchell, 2017)
Cuando Neil Gaiman anunció que su cuento corto How to Talk to Girls at Parties iba a ser adaptado al cine, de la mano del protagonista y director de Hedwig and the Angry Inch, no supe qué pensar. Apenas recordaba esa historia en concreto del libro recopilatorio Fragile Things. En parte porque la había leído hacía muchos años, pero principalmente porque no era de las más célebres del autor (ahora con la versión en cómic, y la película, eso ha dado un claro vuelco). Y tampoco me sonaba que tuviera material suficiente para un largometraje, así que imaginé que Hedwig le daría un toque muy loco a la vez que reivindicativo. Y así lo esperaba el mismísimo Gaiman, que parecía entusiasmado con la idea. Pero yo no esperaba gran cosa. Y ya la he visto, y se ha convertido directamente en una de mis favoritas del presente Festival. La historia se mantiene igual: unos muchachos se equivocan de fiesta, pero aún así pretenden ir a por todas con las chicas que pueblan aquella extraña reunión, y lo que se encuentran va mucho más allá de una simple brecha de género típica de la adolescencia. De esta anécdota, el director y su guionista Philippa Goslett son capaces de recrear la sociedad punk del Londres de finales de los 70, convertir una historia de maduración en un canto queer divertidísimo, y hacer nacer un universo de fantasía en expansión de colores, magias, y música, cuya narración incluso se atreven a convertirla en un falso biopic del propio escritor inglés. Además, unos actores fabulosos llenan cada plano (como Nicole Kidman, Elle Fanning, Ruth Wilson o Matt Lucas), y sostienen esta absurda y súbita historia de amor scifi, en el que la pasión por la vida, la rebelión, y la música, son capaces de reinventarlo todo.








yume

Sitges 2017: día 8 [Jueves 12]

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jueves 12

errementari

Errementari (Paul Urkijo Alijo, 2017)
Los cuentos populares sobre pactos con el demonio tienen una larga tradición en todas las culturas del mundo, y por su condición inicial de historias de transmisión oral, tienen muchos puntos en común en todas ellas. Pero en lo que sobresalen los cuentos demoníacos europeos es en su mala leche, y en lo fácil que se sitúan en el territorio de la crueldad. Por eso, que De la Iglesia produzca Errementari es una pista sobre lo que íbamos a ver, y no decepciona. Narrado como el cuento infantil que es, pero con el volumen de maldad subido al 11, sorprende que su apartado artístico sea tan sobresaliente (la fotografía y escenografía son de premio) pero se empeñe en representar al diablo de una forma tan cómica y naïf. Pero todo formaba parte del plan, como se demuestra en la excelente escena que sucede en las puertas del infierno, donde todo ese maquillaje de feria deslumbra por su variedad y exotismo. Que lo casero no le quite lo valiente, y Errementari acaba siendo una película enorme. salí encantado.



november

November (Rainer Sarnet, 2017)
Y de sorpresa en sorpresa. En la primera escena de November, un artilugio hecho de palos, cuerdas, herramientas oxidadas, y huesos de vaca, se mueve al límite de la pantalla de forma extraña. Poco a poco se descubre como objeto animado mágicamente, con voluntad, y consciencia, moviéndose de forma extraña. Es un kratt, y lejos de ser una excepción destacable en el universo del pueblo donde habitan los personajes de la película, es una mota de polvo en un contexto mágico en el que se mueven los lugareños. Viven en la metáfora, realizando rituales de ocultismo que forman parte de su normalidad diaria, despistando a la plaga ocultando la cabeza bajo unos pantalones, o engañando al demonio (otra vez), en su propio cruce de caminos, firmando el trato con sangre falsa. La voluntad de supervivencia relatada desde la picaresca nórdica, y la codicia inocente impulsada por la ausencia de necesidad. Y todo ese mundo inacabable de imágenes oníricas, mujeres lobo, y terrores nocturnos, ¿para qué? Pues para narrar una bella y triste historia de amor. ¿Para qué si no?.




fireworks

Fireworks, Should We See It from the Side or The Bottom? (Akiyuki Shimbô, Nobuyuki Takeuchi, 2017)
Este año me había propuesto ver el máximo número posible de películas de animación, y tenía algunas de ellas entre las imprescindibles del programa de Sitges 2017, pero Fireworks, Should We See It from the Side or The Bottom? no era una de ellas. Más que nada, porque no tenía ninguna información previa. Al final, esta comedia romántica adolescente con toques fantásticos (los personajes se ven envueltos en un torbellino de posibilidades que recuerda en muchos momentos (de nuevo) a Atrapado en el Tiempo), no es más que un buen entretenimiento sin mucha profundidad, cuyo único problema (relativo, en todo caso), es que la superposición del 3D sobre el 2D no acaba de funcionar. Y me temo que este es el drama del anime contemporáneo: no muchas de las películas que se realizan en la actualidad consiguen una verdadera experiencia unificada, quizá porque, ya de partida, cuentan con un director diferente para cada formato.




sesgo

Sesgo. Una Historia de Prejuicios y Golosinas (Marc Font, 2016)
Me apasionan los cortometrajes, y encontrarlos antes de un largo es para mí un placer (casi siempre, por las connotaciones y los diálogos que generan entre ambas ficciones). Por eso, no acabo de estar de acuerdo con la política del Festival de proyectarlos todos juntos en sesiones especiales. Y ojo, que sé que esta no es una opinión demasiado popular. Por eso es tan difícil, y tan desagradecido, ver cortos antes de las sesiones normales. No los espera nadie, y todo el mundo tiene prisa. Una lástima. En este caso, la película que la seguía era muy corta, y tengo la impresión proyectaron Sesgo. Golosinas y prejuicios para rellenar, y resultó una historia muy bien rodada y divertida. Dos niños van a comprar chucherías, y acaban aprendiendo el significado y repercusiones de delinquir, aunque de una forma muy poco esperada. No puedo compararlo más que con los cortos 360 del espacio Cocoon, pero este es probablemente el mejor de los que he podido disfrutar este año.



arder

Arder (David González Rudiez, 2017)
Al inicio de la sesión nos avisan: la película no tiene sonido. Entiendo que el resto de los espectadores sabía a lo que venía y nadie parece sorprenderse. Yo, que no había leído nada, me relajo y me dispongo al experimento. ¿Un largo sin audio? Pues ha sido una experiencia increíble y enriquecedora, ya que la experimentación se lleva a cabo a muchos niveles, tanto visual, como sónico (la ausencia de todo sonido consigue engañar al cerebro en muchas ocasiones, y éste rellena los vacíos de forma inconsciente). Y lejos de ser aburrida o aturdidora, acaba siendo apasionante. El planteamiento, una vez entendida la dinámica de la narración repetitiva en su forma, pero no en su contenido, es seguir el ritual de un sin techo, con un objetivo que él mismo narra a la cámara al inicio de la película (mudo para nosotros, con lo que el espectador es sólo eso, alguien que mira otra vida sin saber nada sobre ella) avanzando por estaciones vitales. Pantallas de un juego narrativo con una misión finales por nivel, en un sincrético y casi aleatorio deambular recogiendo objetos que utilizar en la siguiente fase. Lo siento atormentado, en un camino de expiación. La ausencia de sonido se convierte en un vacío que genera sinestesia, y los colores del virado cromático van por el mismo camino, sensaciones impactando desde los blancos y negros, rojos, azules o verdes. Hay un Q+A con el director, y le pregunto. Quería poner sonido experimental, de ruidos de ciudad, pero consideraron que mejor la ausencia. Quería dar un sentido a las vidas de los sintecho que se encuentra por Madrid, gente que se mueve por otros mundos, en el interior de sus mentes. La historia surge de esa desconexión con la realidad de la gente que vive en la calle, y el reflejo en la película es fabuloso.




blade of the inmortal

Blade of the Inmortal (Takashi Miike, 2017)
He hablado una docena de veces de Miike, y en todas, la tesis es más o menos la misma: dos películas al año, una de auténtica locura, la segunda menos extraña y con mucho más interés cinematográfico. Este año presentaba tres, y aunque no he visto The Mole Song: Hong Kong Capriccio, lo que tengo claro es que JoJo's Bizarre Adventure: Diamond Is Unbreakable - Chapter 1 es la loca, y diría que Blade of the Inmortal está a medio camino de las dos tendencias. No tanto porque sea seria y bastante salvaje, que lo es, si no porque es muy fiel al material original, cosa que deja muy poco espacio para la creación. Soy admirador del manga homónimo desde hace más años de los que puedo recordar, y hace poco también disfruté de la serie anime, con lo que tenía muchas esperanzas puestas en la versión de imagen real de Miike. Por eso ha sido una pequeña decepción. La historia sigue siendo perfecta, y película es cojonuda, no quiero negarlo, pero esperaba algo más. No sé qué, la verdad, porque es todo lo que se podría desear de una adaptación. Pero, a veces, cuando se cumplen los deseos, se destruyen los sueños. Con todo, si vd. es de aquellos que no conocen las desventuras del ronin Manji, le recomiendo que no lo dude, aprovechando que habrá distribución internacional.








yume

jueves

Sitges 2017: día 7 [Miércoles 11]

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miércoles 11


brimstone

Brimstone (Martin Koolhoven, 2016)
La forja de una figura legendaria en el salvaje oeste es un lugar común en el género, y por regla general sigue unas normas bastante fijas. Y en Brimstone no es que las subvierta en su presentación de la trágica historia de Liz (interpretada deliciosamente por Dakota Fanning) desde su dura infancia hasta su redención, pero sí que hace un esfuerzo enorme por narrarlos de forma original al trocear la trama en cuatro actos y narrarlos hacia atrás, aunque dejando el desenlace para el final. Así, vemos primero cómo se desencadenan los últimos compases del nudo, después vamos descubriendo paso a paso cómo se llegó a esa situación y, por último, vemos como se resuelve la historia. Y la verdad es que esta forma de presentarlo funciona a la perfección en este caso, ya que los verdaderos motivos de todo lo que sucede quedan ocultos hasta casi el final, cuando se presenta la niñez de la protagonista. Grandes actores para una gran historia, intensa y dura, pero imprescindible.



marlina

Marlina the Murderer in Four Acts (Mouly Surya, 2017)
Con la presencia de la directora
En el Auditori, justo después del western crepuscular que nos presentaba Brimstone, llegaba Marlina the Murderer in Four Acts, que pronto se muestra con los tics y las formas de ese género, pero rodado en Indonesia y situado en la época actual (se le podría llamar estern crepuscular?). No hay héroes de acero más rápidos que su sombra, sino una viuda intentando sobrevivir en un mundo de pobreza y violencia masculina, pero demostrando que no se puede ser más heroína que una mujer intentando sobrevivir. El resultado es una película muy redonda, con unas actuaciones excelentes, y en un contexto cultural y social, el de la Isla de Sumba, que occidente desconoce por completo y resulta de un interés indiscutible.



my friend dahmer

My Friend Dahmer (Marc Meyers, 2017)
Con la presencia del director.
Basada en el cómic homónimo de Derf Backderf, My Friend Dahmer explica cómo fue la adolescencia de Jeffrey Dahmer, uno de los asesinos en serie más célebres de los Estados Unidos. Si en el cómic el punto de vista era el del dibujante, que fue uno de los compañeros de clase del protagonista, y todo lo que pasaba fuera de su vista eran puras conjeturas, la película opta por una narración omnisciente, dejando bastante de lado a los compañeros de clase de Dahmer, desvirtuando ligeramente el valor testimonial del cómic al presentar un biopic ficcionado per se. En todo caso, a la película le sigue faltando algo de pulso para hacer entender al espectador lo realmente terrible que es lo que se está cociendo allí, detrás de la máscara del monstruo. Aunque reconozco que el echo de haber sido rodada en la auténtica casa de infancia de Dahmer, un lugar sin duda lleno de fantasmas, le da un toque oscuro que no se escapa en su visionado.



animals

Animals (Greg Zglinski, 2017)
Una pareja en pleno viaje de reconciliación tienen un accidente automovilístico contra una oveja en una carretera rural, y se ven envueltos en una serie de extraños acontecimientos entre la normalidad y lo extraño, que les impide saber a ciencia cierta dónde y con quién están en realidad. Un ambiente conyugal enrarecido por la desconfianza y los celos no hace más que empeorar un clima de pesadilla que queda bien plasmado, a pesar de su factura televisiva. Thriller con toques fantásticos, correcto, pero poco más.



the wall

The Wall (Doug Liman, 2017)
Una auténtica sorpresa. Como todos los años, Sitges se encarga de elegir por nosotros muchas de las películas que podemos ver en sus salas, a costa de un sistema de gestión de accesos al ticketing infradimensionado y, sobre todo, a la enorme cantidad de películas que se proyectan, cosas que hacen imposible ver todo lo que nos gustaría. Por eso, a veces, hay que aceptar lo sobrante. Y The Wall no era para nada mi primera elección para esa noche, porque lo cierto es que no soy muy de cine bélico, y menos si su argumento recuerda tanto a Última Llamada. Pero no tuve otro remedio que escogerla, y repito, fue una auténtica (y muy grata) sorpresa. Acción medidísima, tensión muy bien administrada, personajes poderosos, y una voluntad sincera de explicar algo nuevo a pesar de estar construida con materiales reciclados. Y al final, con grato giro final incluido, The Wall se convirtió de inmediato en una de mis favoritas del año.







yume

miércoles

Sitges 2017: día 6 [Martes 10]

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martes 10

la pell freda

La Pell Freda (Xavier Gens, 2017)
Otra película correcta para la lista del mainstream de Sitges 2017. Cumple su cometido, tiene un envoltorio delicioso, está bien rodada, y los actores hacen su trabajo con solidez (aunque Aura Garrido es difícil de juzgar debajo de todo ese maquillaje), pero el resultado final no emociona. Ni aporta gran cosa, ni consigue destacar entre la vorágine de todo lo que se proyecta en el Festival. Y en todo caso, por lo que insinúan los que han leído la popular novela de Albert Sánchez Piñol en la que está basada, no es capaz de presentar lo mejor del texto. Así que me temo que tampoco estará en las listas de lo mejor de este año.




the maus

The Maus ( Yayo Herrero, 2017)
Extraña tesis sobre el estrés postraumático crónico. 2017, una pareja se pierde en los bosques de Bosnia y, entre delirios, pesadillas, monstruos, y medias realidades, surgen de nuevo viejos rencores que desencadenan una situación terrorífica cuando se cruzan con unos cazadores serbios que pretenden ayudarles a salir del apuro. La estructura, que mezcla sin distinciones realidad y pesadilla, consigue un doble efecto: por un lado el de sorpresa, pero también de desapego ante lo terrible que pueda estar pasando. El final no es tan confuso si se considera esa posibilidad de que todo trate del estrés postraumático, pero entiendo el malestar general de la prensa con la que hablé de ella.




a day

A Day (Sun-ho Cho, 2017)
Los coreanos saben lo que se hacen. Y cuando se proponen hacer su propia versión, en modo acción, de Atrapado en el Tiempo, no les puede quedar algo sencillo y simplemente funcional. No. Les sale una superproducción compleja, violenta e hipervitaminada, donde los personajes aprovechan la repetición para estudiar al milímetro sus opciones de romper el bucle, y de encontrar las razones del suceso. Muy entretenida y tensa, estiran del argumento al máximo sin llegar a romperlo, con lo que les ha quedado un obra de relojería perfecta, en la que incluso se han permitido bajar algo el tono melodramático habitual del cine de Corea del Sur. Muy recomendable.




the crescent

The Crescent (Seth A. Smith, 2017)
Con la presencia del director y los actores principales
Rodada con el pulso y los medios de una película familiar doméstica, parece que el director aproveche las cintas en las que ha rodado las vacaciones en la casa de la playa de su hijo de 3 añitos, para añadirle un poco de trama alrededor de la mano del resto de adultos en escena (familiares, casi seguro) con la intención de darle un toque lovecraftiano de terror abisal. Lo bueno es que funciona a la perfección y el niño, que evidentemente es demasiado pequeño para estar actuando, resulta delicioso incluso en algunas escenas de repercusiones y significados terribles. El otro punto destacable de la cinta es su vertiente estética, que es capaz de superponer la dedicación pictórica de la protagonista con una visión artística del tránsito al más allá. Que conste que no sé si son familia, pero, la sensación es esa.




black hollow cage

Black Hollow Cage (Sadrac González-Perellón, 2017)
Con la presencia del director y de los actores principales.
Otra de las óperas primas del presente año cuyas intenciones superan con mucho la capacidad que tienen de crear historias redondas. En este caso porque lo verdaderamente atractivo de la propuesta es la espectacular casa Horitzó del estudio RCR Arquitectes, y eso que no es capaz de integrar sus formas maravillosas al significado de la historia. Todo lo demás es demasiado fallido: El argumento de viajes temporales, a priori complejo, no es más que un juego de humo y espejos con agujeros enormes e ideas manidas. pero lo peor es que la actuación de los actores, aceptable en la mayoría de los casos, se ve afectada negativamente por la decisión de la dirección de mantener, durante larguísimas secuencias estáticas, planos muy cortos de los momentos de más tensión emocional. Aunque puede tener el sentido de provocar, molestar, y retar tanto al espectador como al actor, esta opción es difícil de sostener incluso por actores muy experimentados, y no era el caso. Y juntando eso con algunas decisiones de diálogo demasiado valientes, la historia acaba por deslizarse ligeramente hacia el ridículo, cosa que provocó bastantes risas entre el público del Auditori. Con todo el elenco presente en la sala.






yume